Después de todo,
era lógico que dejaría de ver tus fotografías
con mi expresión boba,
porque puedo dejar de verte,
pero aún no de pensarte...
Para dejar de pensarte debo tomar terapia,
semanas de reposo,
días de alejamiento
y horas sin verte en mi reflejo...
Está claro que soy un bohemio,
romántico adicto de llegar al infierno
con esa droga que solo tú tienes...
Pero es hora de rehabilitación,
no me hace bien aun consumirte
o peor aún ser consumido
como colilla de cigarro a cada viento golpeándome,
a cada soplo de aire y alma que tu consigues emanar
cuando estás cerca...
Voy a dejar de pensarte,
debo dejar de pensarte,
es más lo haré...
Pero aún hay una pregunta:
-¿Cuando voy a dejar de amarte?...
No hay comentarios:
Publicar un comentario